A partir de la vasta bibliografía existente sobre la problemática de la violencia en general y sobre la violencia en el ámbito escolar en particular, el equipo ha evaluado realizar un recorte metodológico de su objeto de análisis atendiendo a alcanzar los objetivos propuestos en el proyecto.

Las decisiones metodológicas provienen no sólo de revisión bibliográfica -aún en proceso- sino y fundamentalmente, de las exploraciones y entrevistas previas realizadas en el campo -escuelas medias de gestión pública del partido de Pilar, en esta 1ra etapa 2013- donde la fuerte eminencia empírica han marcado el corte relevante de esta investigación.

Advertimos que más allá de los diferentes sentidos que adquiere el concepto de violencia en las escuelas en función de su alcance, de los actores involucrados en las situaciones de conflicto, de las medidas y normativas de política educativa que regulan su tipificación y formas de resolución de las mismas, etc. es posible identificar un actor fundamental que articula por una parte, la exterioridad del fenómeno y por otro lado, el impacto interno del mismo, su alcance, consecuencias y forma de resolución.

Entendemos que es la figura del director de la escuela el punto de encuentro de estos dos planos de la problemática tratada: externo e interno y que las características que adopte la gestión de los episodios de violencia al interior de la escuela adquieren una fuerte implicancia en la continuidad o no del mismo y en los cambios y consecuencias en que los conflictos se externalizarán en la comunidad educativa.

La investigación propone analizar la violencia en las escuelas desde el plano relacional, esto es a partir de las propias interacciones y las representaciones que de ellas tienen los agentes intervinientes. Esta posición recupera las prácticas en sus contextos y propicia la reflexión sobre las mismas apartándose de clasificaciones previas, que si bien son orientativas y se emplean como guías ineludibles, se subsumen a los relatos de cada caso.

El propósito perseguido es romper con la "naturalización"de la categoría de violencia escolar, que tiende a identificar las propiedades del fenómeno social separadas de las relaciones de las que participa y que reconoce falsamente a éstas como pertenecientes al fenómeno mismo.

Entendemos que la violencia no es intrínseca a la escuela sino que es una propiedad relacional y por lo tanto, interpretable desde el sistema de relaciones que le otorgan sentido.

Desde el punto de vista legal existe extensa producción en torno a la clasificación y resolución de situaciones de violencia y conflicto en la escuela. Al respecto, se han establecido varios protocolos orientados por un lado, a establecer instancias que propicien el diálogo al interior de la comunidad escolar y por otro, una serie de dispositivos que posibiliten la elaboración de un diagnóstico institucional sobre el abordaje de situaciones de conflicto y su posible categorización y el relevamiento de datos en función de tales informes de conflicto.

En este sentido, tomaremos como referencia las Guías para la Gestión de Situaciones de Conflicto y de Orientación para la Intervención en Situaciones Conflictivas en el Escenario Escolar que integran el Reglamento de las Instituciones Educativas de la Provincia de Buenos Aires (Decreto 2299/11).

La elección del distrito de Pilar -que ya fuera justificada en la presentación del proyecto- ofrece la posibilidad de acceder a instituciones con diferentes poblaciones y características sociales. Hemos seleccionado cinco escuelas situadas en Derqui, Fátima, Alberti, Barrio Peruzotti y Villa Rosa.

Hasta la fecha hemos realizado varias entrevistas en profundidad con directivos de las escuelas de Villa Rosa, Fátima y Alberti. Durante las mismas se ha empleado una Guía de Entrevistas -herramienta cualitativa- para conocer cómo ellos definen la violencia, cuáles son las situaciones que se presentan en sus instituciones, a qué la atribuyen y cuál es su opinión respecto de las disposiciones normativas y legales que reciben por parte de la autoridad competente. Específicamente queremos conocer cuál es su opinión respecto de las Guías para la Gestión de Situaciones de Conflicto y de Orientación para la Intervención en Situaciones Conflictivas en el Escenario Escolar y de las categorías y clasificaciones que de ellas surgen y recuperar sus reflexiones sobre la probelmática que investigamos.

A modo de reflexión final de este informe, consideramos que existe una importante distancia entre lo que dice la norma y las vivencias y prácticas que se presentan en el cotidiano escolar.

Como mencionábamos más arriba, entendemos que la gestión de las violencias al interior de las escuelas está más fuertemente determinada por las matrices y vivencias del directivo de la escuela, producto de su propia formación y experiencia, que de aquellas herramientas o recursos que proporciona la legislación y las instancias que derivan de la política educativa.