La construcción del paisaje rioplatense fue una producción colectiva y necesitó una urdimbre de experiencias y vivencias diferentes para manifestarse. Entre los viajeros ilustrados llegados a Buenos Aires en el transcurso de las primeras décadas del siglo, Rabindranath Tagore, José Ortega y Gasset, María de Maeztu, Hermann von Keyserling, Waldo Frank, Le Corbusier y Pierre Drieu La Rochelle, son algunos de los visitantes del Nuevo Mundo que elegimos en esta etapa de la investigación como intérpretes de nuestra geografía. Desde campos culturales diferentes como la literatura, la filosofía y la arquitectura, sus pensamientos, escritos y dibujos fueron entretejiendo, una urdimbre favorable a la valoración del paisaje rioplatense. Sus escritos y observaciones ejercieron una cierta fascinación en temperamentos predispuestos como Victoria Ocampo, Eduardo Mallea y Ezequiel Martínez Estrada4, reflejando en sus obras preocupaciones ontológicas en torno al origen y la identidad.